miércoles, 14 de diciembre de 2016

Ciudad de las luces





Ciudad de las luces es como se conoce comúnmente a Paris. Es una ciudad con gran historia y presencia a nivel mundial. Es un sitio donde el visitante se siente apantallado por su grandesa, y es que así ha sido diseñada. Con grandes monumentos y avenidas que exaltan la cultura francesa y su historia esta ciudad saluda a los visitants que vienen por millones.

Y entre esa millonada de gente que visita Paris cada año apareció en escena una pareja hace poco para pasar 5 días en dicho lugar. La primera impresión  fue que efectivamente como sale en las películas las autoridades y trabajadores municipales son las personas mas desentendidas del mundo. Pero esto es un defecto de cualquier aeropuerto a lo cual no se le dió importancia en el momento. Es de hacer notar que se debe tomar un tren desde el aeropuerto hasta el centro de Paris que tarda aproximadamente media hora en llegar el cual no tiene aire acondicionado (cosa rara en una ciudad de primer mundo). Al llegar al centro uno tiene la impresión que todo mundo estará en un frenesí por llegar a sus destinos corriendo por los pasillos del metro al mejor estilo estadounidense. La realidad es que la gente se toma su tiempo para ir de un lugar a otro y camina a velocidad normal.

A pesar de ser Septiembre se siente calor en el ambiente al haber temperaturas entre 28 y 30 grados, sin embargo no hay señales de aire acondicionado por ningún lugar (da la impresión que el A/C es prohibido). Otro detalle que no aparece en películas ni fotos es el aroma que se siente en el aire en ciertos momentos a basura. El Sena que serpentea por la ciudad ofrece humedad al ambiente lo que hace la sensación térmica mayor, al igual que su aroma a agua estancada. Paris no es tan limpia como otras ciudades a pesar de ser pionera en sistemas de drenajes, urbanización y ornato. Este ambiente propicia que uno quiera tomar una cerveza sentado a la sombra.

Lo mejor es tomar un tour que lo lleve a uno a dar una vuelta por toda la ciudad para poder ubicarse bien y luego caminar de una atracción a otra. Se puede usar el subterráneo el cual es increíblemente práctico y eficiente pues lo lleva a uno a cualquier rincón, pero se pierde la vista (a excepción de la estación del Louvre que es un museo como tal).

Uno encuentra comidas de todas partes del mundo, desde el tradicional taco mexicano hasta exquisiteses del lejano oriente. Es muy común encontrar restaurantes y cervecerías en cada cuadra los cuales ofrecen una gran cantidad de platillos y bebidas para casi todos los gustos. La gente que atiende estos lugares habla un poco de ingles y puede uno comunicarse para pedir. Algo que experimentamos fue que la gente de unos 30 años o menos habla un poco de ingles y casi nulo español, esto debido al gran tráfico de turistas, en especial gringos y chinos. Gente mayor solo francés habla, pero afortunadamente es la gente jóven quienes atienden. Y hablando de turistas es enorme la industria que se dedica a al turismo y derivados. Claro, siendo Paris es como si le dijeran a uno "bienvenido, gracias por venir pero mejor se hubiera quedado en casa", quizá por eso en Europa se dice en forma de chiste que el problema con Paris son los parisinos.

Visitar el Arco del Triunfo o la Torre Eiffel es casi obligatorio, pero hay mucho mas que ver como museos, la casa de la opera, plazas, etc. La torre Eiffel domina el paisaje parisino el cual es clásico en el centro y moderno en las afueras donde se observan rascacielos y edificios de oficinas. El tráfico es para volverse loco pero por fortuna no es problema cuando se camina o viaja en el subterráneo. De noche la ciudad ilumina sus mas importantes monumentos y la temperatura baja un poco a 25-26 grados lo cual invita a la vida nocturna, a salir y tomar una bebida en uno de los tantos restaurantes a la orilla de la calle. Fue divertido entrar a un restaurante español y hablar en el idioma con el mesero, el cual tendría mucho tiempo de no atender gente que hablara la lengua de Cervantes por su reacción. Fue el lugar donde mejor nos atendieron en todo Paris.

Una experiencia muy bonita con sus peros. Si me preguntan si me gustaría ir de nuevo claro que iría, pero no con las mismas expectativas que la primera vez. Iría a visitar otros lugares, tal vez volver a entrar a otros. No se puede resumir todo en un espacio tan corto pues da mucho de qué hablar, muchas impresiones, muchas experiencias. Obligatoria la respectiva cerveza o vino blanco frío para el calor.



viernes, 4 de noviembre de 2016

Oktoberfest 2016



Este año tuve oportunidad con mi esposa de asistir al Oktoberfest que se lleva a cabo cada final de la cosecha en la ciudad de Munich, Alemania. Si bien el nombre denota el mes de Octubre por la primera edición que se llevó a cabo, la celebración de 15 días inicia a mediados de Septiembre y termina el primer fin de semana de Octubre aprovechando mejor el clima de ese mes. Se podría decir que es similar a una feria patronal de algún pueblo como lo conocemos en nuestro medio: con juegos mecánicos, ventas de comida y espacio para el esparcimiento.
 
Dada la tradición local de producir y beber cerveza es ésta actividad la mas famosa del evento. Las empresas productoras de cerveza locales (que regularmente son empresas familiares) producen un lote especial el cual se servirá a los visitantes durante esta celebración. Lo interesante es ver todo lo que hay detrás de esta feria y lo que significa para el pueblo local.
 
El evento se inaugural con un desfile el día sábado en el cual las cervecerías adornan carretas haladas por caballos en las cuales transportan barriles de madera. Estos barriles no son adornos, estan llenos de cerveza para la ocasión los cuales son abiertos al llegar al lugar de destino. Es increíble la atención que se da a los detalles y la organización con la que se hace pues cada cervecería presenta su propia banda y su propio uniforme siguiendo los parámetros tradicionales.
 
 
 
 
 
 
Hasta no estar en el lugar uno no se da cuenta de la magnitud del evento y es entonces cuando uno piensa como esta celebración local ha tenido influencia en el resto del mundo. Es como si se le hiciera culto al lúpulo y los elementos que se unen para crear la cerveza. También es acá donde se distorcionan un poco las cosas, pues si bien para el poblador local es una feria y un momento de celebración para convivir, para los extranjeros puede ser un momento para el exceso (o como en nuestro medio, vender mas cantidad de cerveza sin ninguna gracia mas que el pretexto y usar el nombre sin costo de la Oktoberfest). Por lo regular durante el día llegan las familias alemanas a pasear y convivir. Muchas veces los padres llevan a sus hijos a esta celebración a tomar su primera cerveza (la edad mínima para consumir cerveza en Munich es de 16 años). Ya caída la noche regularmente es tiempo para la fiesta y es el momento que la mayoría de turistas espera.
 
Es divertido entrar a un "Zelt" o carpa lleno de gente bebiendo cerveza y comiendo Pretzels, es un ambiente de verdadera fiesta. Se siente el aroma a cerveza en el ambiente, todo mundo ríe, se para y canta alguna canción popular. Es de hacer notar que cuando uno entra a estos sitios uno comparte la mesa con mas gente y es la norma que si hay espacio disponible en la mesa hacer lugar para los demás. Las meseras estan constantemente yendo de un lugar a otro sirviendo a los comenzales por lo que uno no debe preocuparse de estar desatendido. Y no es para menos: una mesera gana en los 15 días que dura el evento entre 15 y 18 mil euros en propinas!
 
Me llamo mucho la atención como la gente cantaba con gran alegría canciones de Country clásico como Sweet Caroline de Neil Diamond o Driving my life away de Eddie Rabbit. Mas o menos cada 3 canciones toca una banda local música bávara la cual alenta a los presentes a brindar y pedir otro tarro, que dicho sea de paso, contiene un litro de cerveza. Estando en una de éstas carpas pude escuchar una banda en vivo tocar música de AC/DC y Bon Jovi la cual levantó increíblemente el ambiente. Fué como escuchar a las bandas originales en concierto. Ya con varios tarros a la cuenta es normal ver a algún comenzal en estado de ebriedad pero uno no debe sentirse amenazado, aún estando ebrios los presentes son muy respetuosos y cualquier falta es sancionada con una visita a la autoridad local. El fin de todo el mundo en esta celebración es pasarla bien y estar contento.
 
 
Es una vivencia que uno debe experimentar especialmente si se es fanático de la cerveza (entiendase la bebida como tal y sus componentes, no ser un alcohólico). La ciudad de Munich en muy segura y sus servicios públicos son muy eficientes por lo que se puede movilizar uno tranquilamente a cualquier lugar, la gente es muy amable y si uno no habla el idioma no hay problema. Cada habitante habla al menos el inglés y otro idioma aparte del alemán por lo que es fácil pedir direcciones o información general.
 
Ahora bien: hay muchas mas cosas que ver en esta ciudad que solo la Oktoberfest. Cómo llegamos, que hicimos y donde nos quedamos con mi esposa ya son otros Q20 como se dice coloquialmente en Guatemala.