En varias ocaciones he mencionado que ciertos licores ayudan a disminuir algunos males que podamos sentir en nuestro cuerpo como malestar estomacal o gripe entre otros y me puse a investigar un poco al respecto.
Nunca falta el imbécil que dice "se te quita porque se te olvida" en tono burlón, pues hoy en día el consumo de licor es puramente recreativo y social ya que la medicina moderna es mucho más eficiente para curar males sin efectos secundarios. Pero los licores tienen su razón de ser.
En antaño las personas debían ingerir ciertos licores o productos alcohólicos para poder sobrevivir pues no existían medicinas como las actuales, ni tampoco existía el agua embotellada;se dice que tomar agua pura en la edad media era el equivalente al suicidio. Fue una época oscura en que las enfermedades azotaban la tierra conocida. En algún momento alguien observó o experimentó con ciertas plantas para la cura de distintos males como por ejemplo el té y otras diversas hojas y raíces. Se crearon pósimas y recetas para los efectos pues en ese entonces no existían las farmacias.
Las destilaciones iniciaron con la alquimia hacia el 300 A.C. en Grecia. Pero fue hasta el siglo X que un árabe llamado Ibn Yasid descubrió la obtención de alcohol. Posteriormente en la escuela de Salerno, Italia en el año 1100 se diferenciaba 2 tipos de destilaciones para uso medicinal: "aqua ardens" de 60 grados y "aqua vitae" de 90 grados. En esos tiempos se había comprobado las facultades medicinales del alcohol e incluso de alargar la vida, como lo demuestra el término francés "eau de vie" (agua de vida). No debemos olvidar que de la asociación de estos destilados con hierbas y raíces se obtienen preciosos remedios médicos presentes tanto en la farmacopea oficial como en la casera. Posteriormente durante el Renacimiento estos conocimientos salieron de las escuelas parroquiales hacia el público general.
De estos estudios salieron varios productos entre los que destacan el ginebra, el whisky y el Jaegermeister. Muchas veces el whisky se utilizó como analgésico y para mejorar la circulación de la sangre. El ginebra se utilizaba de igual manera y para aplacar malestares estomacales o intoxicaciones. En 1870 fue inventado el famoso Gin Tonic, pero fue ante la necesidad de las tropas británicas de combatir la malaria y el paludismo en sus colonias, y fue como un alto oficial británico propuso añadirle ginebra a la tónica para fabricar un combinado alcohólico; no está claro si fue debido las propiedades medicinales que desde la antigüedad se han atribuido a la ginebra o si que el combinado de ginebra con tónica nace precisamente debido a las propiedades de la quinina para combatir la malaria. Los soldados británicos desplazados a la India comenzaron a combinar la tónica con la ginebra para poder mejorar el sabor de la primera. y mas recientemente el Jaegermeister como tónico para evitar la gripe. Es bien cómico que actualmente se comente el sabor de este licor por su parecido con el jarabe para la tos. Pero si el jarabe para la tos tiene ese sabor característico para asemejar al Jaegermeister!
Como mencionaba actualmente se tienen alternativas mucho mas efectivas para la curación de distintos males pero en su momento solo existían los productos destilados (recuerdo de niño haber probado jarabes con altos contenidos de alcohol). Personalmente he probado las propiedades curativas de cada uno, pero no debe tomarse en exceso. Si bien es cierto que tomar alcohol en cantidades moderadas ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y diabetes, es cierto también que en mayores cantidades provocan otra serie de males.
Disfruten de sus bebidas!